domingo

Credo

A 7 años de tu muerte, María
y por la niña que llevo dentro.


Creo en las manos de la abuela,
son tan grandes que le caben caricias,
estambres,
guisos,
y recompensas en forma de caramelos,
cuando me saco un diez.

Creo en sus manos:
cartografía de un, dos y muchos pasados.
Sus manos son mágicas
porque consuelan mi tristeza,
la de papá,
la de sus matas,
y hasta la del sauce llorón,
que sonríe si la abuela lo toca.

Creo en las manos de la abuela,
son tan grandes que saben decir
Verdad,
son tan grandes que hasta Dios las escucha.

Creo en ésas manos,
pantomima de mis manos.

*Este es uno de mis primeros intentos de poesía, con el tiempo ha sufrido algunas modificaciones. Lo escribí cuando tenía como 9 o 10 años. Nunca pude enseñárselo a la abuela.


3 comentarios:

svankmajerovo dijo...

Muy muy lindo, Mel, y ahora con mi abuela enferma pues me llega más el tema. Un beso.

El umbral del desierto dijo...

eras mejor entonces, jajaja. es broma. entonces ya eras muy buena. tu no sabes cuanto confío en tu letra. Ha ido mejorando el poema supongo. Lo bueno es que no se quiebra, un mejor final, un mejor final. Saludos. Es muy bueno de verdad, saludos.

VISION DE ARLEQUÍN dijo...

muybonito, mel.

Mira que yo me crié con mis abuelas y las quiero como a mi madre yellas como a un hijo.

Yo tambien les he escrito poemas a mis abuelas yno se los he mostrado, porque se que me voy a soltar a llorar. jejejeje. Lobello de ser seres humanos.

Te mandoun saludo ygracias por pasar por mi blog.

"La vida es un gran circo, pero sin espectadores"