sábado

Tarde

A veces pienso que ya es tarde.
Puedo reinventar
redescubrir
realimentar
mirar de frente
pegar los pedazos rotos
limpiar el polvo.
Pero siempre encuentro una huella
una cicatriz
un dolor
una pregunta
un instante
una o muchas lágrimas
algo que perfora y no se va.

Es tarde.

Entonces, me miran esos ojos,
esos ojos que titilan como gotas de agua a punto de caer.
Que rectifican el tiempo
mi tiempo
su tiempo.
Cuando esos ojos me miran
se congelan las sombras,
ya no es tarde.
Si esos ojos me miran
el tiempo es ciego
no hay pasado
ni cicatriz
dolor
pregunta
instante
ni una o muchas lágrimas

Esos ojos me enseñan que no puede ser tarde,
porque siempre hay una manera
una forma
una táctica
un modo
de retorcer las manecillas del reloj.