Ésta soy yo, la que lleva por brazos y piernas, varitas de nardo que florecen con sus estigmas.
Soy, la que lleva en el pelo un racimo de uvas derretidas por el frío.
Yo, cargo en las manos diez efigies abstractas.
Soy yo, la mujer que anida en sus pechos una pareja de tórtolas.
Ésta soy yo, a quien le dieron como ombligo un oráculo que sólo predice su nacimiento.
Soy, quien cuelga de sus oídos signos de interrogación.
Yo, la niña que, en ocasiones, no alcanza a cerrar las canillas de sus ojos.
Soy yo, quien teje y desteje su sombra.
Ésta soy yo, quien se distingue por un punto final bajo la boca.
Soy, la que lleva en el pelo un racimo de uvas derretidas por el frío.
Yo, cargo en las manos diez efigies abstractas.
Soy yo, la mujer que anida en sus pechos una pareja de tórtolas.
Ésta soy yo, a quien le dieron como ombligo un oráculo que sólo predice su nacimiento.
Soy, quien cuelga de sus oídos signos de interrogación.
Yo, la niña que, en ocasiones, no alcanza a cerrar las canillas de sus ojos.
Soy yo, quien teje y desteje su sombra.
Ésta soy yo, quien se distingue por un punto final bajo la boca.
6 comentarios:
:'( Bueno... muy bueno, no sé porque me dio sentimiento jejejeje.
Grande, Mel. Me acorde de Pizarnik... Sigue escribiendo y sigue con esa alegría que traias hoy. Un beso.
Ya me uni a los blogueros...
Me ha gustado mucho tu texto, Melina, mucho.
Wow, que buen texto, me encantò. Hasta ahora tengo la fortuna de apreciar bien a bien tu poesìa, tienes mucho talento mely, sigue asi...
Aquì andamos para lo que se ofrezca.
Lore.
Me gustó bastante, Mely, qué talentos acabo de conocer en usté! Un fino retrato, qué más te digo?
Micke (el mismo que conociste de Ciénegas jejeje porque luego se da cada confusión...)
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